
Quiero decir tanto y no me sale nada.
Y vos me decís que la nada es todo y que todo es nada, un absoluto completo... completamente vacío. ¿Podés creer que así me siento?. Vacía. Qué contrariedad, ¿no?, tanto y tan poco a la vez.
Pensaba que con un trabajo me iba a distraer, que a lo mejor un cambio en mi rutina no me vendría nada mal... Pensaba que complacer algunos de mis caprichos me iba a... ¿cómo te explico?... no sé, simplemente pensaba que me iba a hacer bien.
¿Qué hacés cuándo te das cuenta que nada te alcanza?. Todo lo que tengo no me satisface... pensaba que era todo lo que quería... y ahora no es nada. No todo lo que queremos es todo lo que necesitamos... Sin embargo lo disfruto... bah, no lo ignoro... están ahí, alguna vez me llenaron... alguna vez formaron parte mí.
"Rara". Rara la vida, raras las situaciones, las sensaciones, las actitudes... rara la mirada cuando no ve nada... Trato de imaginar tus palabras, de adivinar qué me dirías... seguramente pavadas... todo al revés siempre. Es lo divertido. ¿Pero cuándo me hablás en serio?, ¿qué me decís cuándo me hablás en serio?. "No puedo darte soluciones, no sé darte soluciones... pero puedo acompañarte..." Si supieras... hace tanto que no lloro para desahogarme... no sé en qué se transforma toda esa angustia... como te dije, tanto y nada a la vez. Tantas ganas de llorar y nada por derramar. Los días van pasando... la espera que siempre me pareció eterna, hoy se me hace efímera... todo es nada. Mi todo. Mi nada. No sé decir lo que me falta. Y ya no quiero nada... será por eso que ahora me falta todo. A lo mejor no sea nada. A lo mejor simplemente sea un poquito de todo sin desperdiciar nada. A lo mejor sea nada de lo que espero... a lo mejor ya haya pasado todo lo que no esperaba y era nada.
Complejo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario